Mis ruedas volvían a circular por el hemisferio norte.
Paisajisticamente hablando,la mitad norte recobraba la verdadera belleza indonesa que deambulaba en mi imaginación antes de visitarla.
He tenido la suerte de conocer personas que me han mostrado lugares escondidos y poco conocido por los pocos turistas que por aquí pasan.
Exótico era el calificativo para definir sitios que me han dejado con la boca abierta.
Casas de techos puntiagudos orientados al cielo,los cuales sirven también como almacenes de arroz.
De Padang llegué a Bukkitingui.Allí me esperaba Mimi,una señora que regenta un puesto de comida a la entrada del zoo.Es cuidadora de Botti,un mono de dos años que tristemente perdió a su madre.
Cuando quieren darte a entender la positiva manera por la que ciertos animales están enjaulados,no siempre es así.
Estoy completamente en contra de enjaular sin motivo puramente necesario o por algún tipo de cuidado.
Mantuve conversación con algunos empleados que queriendo expresar su involucración,trataban de transmitirme el por qué de la estancia de ciertos animales entre barrotes.
En Indonesia existen muchos cazadores furtivos,tanto para pieles,como para mercado negro de animales exóticos o como exterminio de ciertas especies que habiten en determinadas áreas que urja talar por el motivo que sea.
La mirada de un leopardo muerto en vida ,al que le adjudican una vida de prisionero en una jaula de veinte metros cuadrados o el caso de dos elefantes con tobillo encadenado veintitrés horas al día ,esperando su baño diario público bajo la atenta mirada de locales y turistas que de manera ignorante aplauden sus trucos de bailes para mayores propinas.
Sumatra dispone de una cordillera interior que atraviesa casi toda la isla.Una vez pasada el camino se vuelve en un continuo sube y baja de peque las pendientes que aunque hagan el trayecto más ameno,el tráfico imprudente me deja con los hombros sobrecargados de tanta tensión que me provoca el estar continuamente pendiente de cuánto de cerca me pasará el siguiente camión.Han sido tres veces las que he tenido que salir rápidamente de la calzada antes de ser embestido por conductores que anteponen un minuto menos en su reloj a la vida del que circula tranquilamente por el carril correcto.
El estado de las carreteras es aceptable aunque con muchas imperfecciones creadas por camiones y buses pesados y con ciertas ganas de llegar a Dumai,recorro unos cien kilómetros diarios.
Este país me ha regalado muy buenos momentos ,aunque por otro lado,me considero una persona muy tranquila y aquí la gran atención que he tenido me ha hecho carecer de eso.
Disponía de dos opciones para dejar Indonesia.Una de ellas era tomar barco directo a Malaka,ciudad malaya cercana a la capital Kuala Lumpur.La otra opción era bajar mas al sur y conocer Singapur .Opté por esta segunda ya que es una ciudad interesante y también me ofrece la oportunidad de recorrer Malasia en su totalidad .
La comunicación con los indoneses no ha resultado difícil.Siempre intentan entender que estas pidiendo y también intentan ayudarte aunque no conozcan la manera exacta de hacerlo.Para todo hay un "yes yes".
Son muy hábiles a la hora se solventar algo ,ya que al carecer de medios,la imaginación la desarrollan bastante bien.
He podido ver cientos de ingeniosos trucos o reparaciones de cosas en mal estado.Contraria al mundo occidental,donde nada se arregla y todo se tira sustituido por nuevo.
Comienza mi vigésimo primer país cumpliendo trece mil kilómetros rodados.
Ocho meses de viaje que me abren los sentidos para seguir conociendo este mundo .
Desde el puerto de Dumai,Este de Sumatra,un ferry con duración de ocho horas y con un altísimo ruido de motor ,me dejaria en Batan,para tomar un segundo hasta el puerto de la megapolis Singapur.
viernes, 14 de noviembre de 2014
Hacia el Este Sumatero
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