Con mi bicicleta atada en la popa del barco,paso aproximadamente ocho horas con tapones en los oídos para minimizar el ruido de los motores.Después de un par de películas sin entender nada y una siestecita,por fin llego a Batan,la isla que me separa de Singapur a otra horita de ferry ,pero esta vez de silencio y con aire acondicionado.
Casi de noche,paso por aduana y sin problemas,un nuevo sello me permite noventa días de estancia.
La primera impresión fue impactante,ya que de la primitiva Sumatra pasaba a la ciudad de rascacielos y tecnología punta.
Permanecí solo tres días,suficientes para mi en este tipo de urbes.
Gracias al detalle de un compañero ciclista,Ramón me acoge en su piso,evitandome así los caros hoteles.
Singapur,que hace cincuenta años pertenecía a Malasia,quiso independizarse por asuntos políticos y a su vez queriendo ponerse a la cabeza de los países mas modernos y quizás civilizados también.
Es considerado como unos de los países más seguros y limpios.Esto ultimo se refleja en el ejemplo de que te multarian si te ven mascando chicle.
Mis días los aproveché paseando tanto andando,que es lo que suelo hacer cuando me hospedo al menos dos dias,y también en bici,porque es un pais-ciudad que no es peligroso a nivel de trafico.
Disfruté con mi visita al barrio chino,a la zona de little india y a contemplar sus rascacielos con arquitectura que están a la vanguardia.
Allí,se mezclan distintas religiones y culturas.
Podría decirse que la ciudad se divide como en distritos,definiendo un poco la cultura que habita en ella.
Por lo general es un lugar no muy barato para los turistas.Mis comidas las hacía en el barrio chino o en alguno de los puestos de comida callejera.
Podría calificar a Singapur como un país burbuja,es decir,viven totalmente al margen o fuera de contexto de lo que representan sus paises vecinos como son Malasia e Indonesia.Un paraíso de la tecnología y el puro marketing.
Pasados esos días,preparo mis bártulos y un domingo bien temprano me dirijo hacia la frontera con Malasia.
Treinta kilómetros tuve que recorrer para llegar al puente que separa ambos países.
Tuve que bordear un bonito parque natural y al ser último día de semana me encontraba muchos ciclistas a mi paso que aprovechaban su día de descanso y disfrutaban del menos intenso tráfico.
Una cola de centenares de motos se aglomeraban en el puesto fronterizo.Pasada la barrera me acerco a la malaya.
Normalmente los agentes de las fronteras ,no es que luzcan un carácter muy afable,pero en ésta el chico se interesó mucho por mi viaje poniendo otro nuevo sello para otros noventa días.
Malasia la decidí recorrer por su cara oeste,ya que en la Este llovía mucho y el viento intenso siempre seria en contra.
Carreteras seguras y conductores que mayoritariamente me respetaban .Eso me permitia recorrer buenas distancias cada día.
El monzón,pese a que llovía menos,no dejaba de empaparme a ratos cada tarde.
Volvía a viajar solo,mi compañero Tom y yo seguíamos rumbos similares pero a distinto ritmo.
Malvasía se constituye de tres culturas principalmente.La que cubre el ochenta por ciento es la islamica,luego a parecidos ratios compartirían la hindú y la china.
El país inundado de templos de cada religión,me ayudaban a pasar las noches en las que la lluvia me advertía para buscar un techo.
Notaba la diferencia respecto a Indonesia,y es que aquí parece ser que ven a turistas con mas habitualidad,ya que no percibía apenas la atenta mirada o el gesto impulsivo por acercarse a mi.
Varios cicloturistas me encontraba tanto en mi dirección como en la contraria.Este es un pais de paso,tanto el que viaja hacia Tailandia como el que va rumbo Australia o Nueva Zelanda.
Para entrar en Tailandia,debía elegir entre arreglar mi visado en la capital,Kuala Lumpur o en la isla de Penang.Opté por la segunda debido a los censejo que leía en foros viajeros.Kuala no es lugar apropiado para ir en bici.
Cuanto mas viajo,más necesito de tranquilidad y poco ruido.Será que me vuelvo más sensible.
Poco antes de llegar a Penang,después de saludar a un malayo que viajaba desde China ,me encuentro con una bonita pareja que tomaban un desayuno.Paré y nos presentamos,ante la sorpresa de que ella era española y su chico alemán..Su viaje seria durante medio año alrededor del sureste asiático,combinando el ciclismo con su pasión por la escalada .
Teníamos misma ruta por lo que compartimos kilómetros hasta el norte ,donde nos separaríamos.
Con mi visado tailandés arreglado en Penang de un día para otro,con un coste de veintitrés euros al cambio y una estancia de dos meses,voy finalizando mi vigésimo segundo país de este viaje.
Por otro lado también ponía fin a mi último o de los siete países musulmanes que pese a no compartir en absoluto sus creencias y regimenes,no pararé de dar las gracias por la generosidad y hospitalidad recibida a lo largo de estos meses.
A un día de cruzar a Tailandia,mi bicicleta Duna cumple sus primeros catorce mil kilómetros.
Recuerdo con anhelo,el tiempo de preparación antes de partir a este viaje.Recuerdo cómo investigaba acerca de otros viajeros y la admiración que depositaba en ellos por lograr sus propósitos.
Tengo la sensación de que comencé mi viaje justo ayer y eso pienso que se debe a que vivo cada dia de manera muy intensa y con una incertidumbre que me hace sentir realmente vivo.
Preparado,emocionado e ilusionado para alcanzar la cultura budista.Aquella que tomo como filosofía de vida y de la que pienso aprender todo lo posible durante los meses que pedalearé en el resto del sureste asiático.
sábado, 29 de noviembre de 2014
Singapur y Malasia
viernes, 14 de noviembre de 2014
Hacia el Este Sumatero
Mis ruedas volvían a circular por el hemisferio norte.
Paisajisticamente hablando,la mitad norte recobraba la verdadera belleza indonesa que deambulaba en mi imaginación antes de visitarla.
He tenido la suerte de conocer personas que me han mostrado lugares escondidos y poco conocido por los pocos turistas que por aquí pasan.
Exótico era el calificativo para definir sitios que me han dejado con la boca abierta.
Casas de techos puntiagudos orientados al cielo,los cuales sirven también como almacenes de arroz.
De Padang llegué a Bukkitingui.Allí me esperaba Mimi,una señora que regenta un puesto de comida a la entrada del zoo.Es cuidadora de Botti,un mono de dos años que tristemente perdió a su madre.
Cuando quieren darte a entender la positiva manera por la que ciertos animales están enjaulados,no siempre es así.
Estoy completamente en contra de enjaular sin motivo puramente necesario o por algún tipo de cuidado.
Mantuve conversación con algunos empleados que queriendo expresar su involucración,trataban de transmitirme el por qué de la estancia de ciertos animales entre barrotes.
En Indonesia existen muchos cazadores furtivos,tanto para pieles,como para mercado negro de animales exóticos o como exterminio de ciertas especies que habiten en determinadas áreas que urja talar por el motivo que sea.
La mirada de un leopardo muerto en vida ,al que le adjudican una vida de prisionero en una jaula de veinte metros cuadrados o el caso de dos elefantes con tobillo encadenado veintitrés horas al día ,esperando su baño diario público bajo la atenta mirada de locales y turistas que de manera ignorante aplauden sus trucos de bailes para mayores propinas.
Sumatra dispone de una cordillera interior que atraviesa casi toda la isla.Una vez pasada el camino se vuelve en un continuo sube y baja de peque las pendientes que aunque hagan el trayecto más ameno,el tráfico imprudente me deja con los hombros sobrecargados de tanta tensión que me provoca el estar continuamente pendiente de cuánto de cerca me pasará el siguiente camión.Han sido tres veces las que he tenido que salir rápidamente de la calzada antes de ser embestido por conductores que anteponen un minuto menos en su reloj a la vida del que circula tranquilamente por el carril correcto.
El estado de las carreteras es aceptable aunque con muchas imperfecciones creadas por camiones y buses pesados y con ciertas ganas de llegar a Dumai,recorro unos cien kilómetros diarios.
Este país me ha regalado muy buenos momentos ,aunque por otro lado,me considero una persona muy tranquila y aquí la gran atención que he tenido me ha hecho carecer de eso.
Disponía de dos opciones para dejar Indonesia.Una de ellas era tomar barco directo a Malaka,ciudad malaya cercana a la capital Kuala Lumpur.La otra opción era bajar mas al sur y conocer Singapur .Opté por esta segunda ya que es una ciudad interesante y también me ofrece la oportunidad de recorrer Malasia en su totalidad .
La comunicación con los indoneses no ha resultado difícil.Siempre intentan entender que estas pidiendo y también intentan ayudarte aunque no conozcan la manera exacta de hacerlo.Para todo hay un "yes yes".
Son muy hábiles a la hora se solventar algo ,ya que al carecer de medios,la imaginación la desarrollan bastante bien.
He podido ver cientos de ingeniosos trucos o reparaciones de cosas en mal estado.Contraria al mundo occidental,donde nada se arregla y todo se tira sustituido por nuevo.
Comienza mi vigésimo primer país cumpliendo trece mil kilómetros rodados.
Ocho meses de viaje que me abren los sentidos para seguir conociendo este mundo .
Desde el puerto de Dumai,Este de Sumatra,un ferry con duración de ocho horas y con un altísimo ruido de motor ,me dejaria en Batan,para tomar un segundo hasta el puerto de la megapolis Singapur.
martes, 4 de noviembre de 2014
Costa Oeste Sumatra
Acostumbrado a circular ya por la izquierda,pongo a mi compañera Duna rumbo norte.
Viajo en época de monzón,por lo que suelo pedalear medio día y la otra mitad simplemente a refugiarme y contemplar el chaparrón.
Me mantengo fiel a la costa aunque en ocasiones me desvíe hacia el interior,donde las subidas y bajadas son muy frecuentes.
La intimidad es una palabra inexistente en el diccionario de Indonesia.Me considero una persona sociable y de carácter afable ,pero cierto es que vivo momentos aquí en los que mi tranquilidad de desvanece.Eso es una situación no muy grata para mi.
Sumatra tiene densa población,y se trata de una isla no demasiado visitada por turistas.Esto provoca que me convierta en el centro de atención .
La inestabilidad climatológica mantiene en alerta continua a sus habitantes,sobre todo aquellos que residen a pie de playa o alrededores.El norte de ésta,fue víctima del famoso tsunami en el año 2004.Varias señales de advertencia de evacuación en caso de tsunamis me he encontrado en mi camino.
Por lo general he encontrado personas con gran sentido del humor y sonrientes en todo momento.Personas tranquilas y sobre todo con fuerte estomago.
Respecto al tema culinario,no lo he estado pasando muy bien.Aquí los controles de sanidad son inexistentes,por lo que el qué comer se convierte en una lotería.Son varios en los que he tenido el estomago de al reves,con cierta infección de alimentos que a priori no parecían tan malos.Mi dieta se ha convertido en simple arroz con pasta instantánea.
Al mirar el mapa,no me pareció una isla tan grande como lo es realmente.Esto hizo que parase en la ciudad de Bengkulu ,la cual me recibió con corrupción por parte de la oficina de inmigración.Me negué a pagar un extra a funcionarios que en vez de cumplir con su trabajo,me retrasaron dos días de viaje.Por suerte la otra cara de la moneda me regaló la amistad de un grupo de amigos de allí mismo y de las Tiene,ciclista holandés que lleva muchos kilómetros también en sus piernas.
Algo curioso,es que cuando tengo algo de basura para tirar,siempre la llevaba por varios kilómetros en mi bicicleta,y es que nunca encuentro lugar para depositarla.Muy a menudo pedaleo teniendo que cerrar los ojos por la humareda que atraviesa la misma.Es ahí cuando observo que aquí no hay servicio de recogida de basura,sino que cada cual simplemente amontona y luego la quema.
A veces puede parecer triste ciertas imágenes que me encuentro,tales como hectáreas taladas ,pero lo cierto es que tras esa imagen hay una buena conciencia ecológica,ya que la tala se hace para un uso práctico de construcción de casas.Tras ésta,la ceniza hace de fertilizante y posteriormente siempre hay un grupo de trabajadores que vuelven a plantar para dejar crecer y así mantener el equilibrio .
Si eres de sangre rica ,debes tener precaución con los mosquitos.Aunque la mayor parte de Sumatra esté exenta de transmisión de malaria,o al menos eso me dicen los locales,siempre tendrás a tu disposición sobres de crema repelente con buen aroma,y es que mas vale prevenir que contraer algo o sencillamente pasarte toda la noche rascando.
La costa oeste esta abierta al océano indico y aunque el calor de la mañana haga que pare de vez en cuando a dar un chapuzón,las autoridades y los habitantes de aquí,no aconsejan en absoluto en nadar poco mas lejos de la orilla,ya que es sumamente peligroso por las corrientes y los cambios de profundidad sin esperarlos.
Haciendo parada técnica para repuestos de mi fiel compañera,en Padang,disfruto de dos días de algo mas de variedad de comida y por qué no,hospedarme en un hostalito económico que me regale una dosis de silencio y una ducha medianamente decente.
Setecientos kilómetros me separan de Dumai,donde tomaré barco hacia Singapur.