miércoles, 22 de octubre de 2014

Indonesia (1 parte) Cambio desierto por jungla

Y de nuevo,después de un par de meses rodeado de terreno árido y arena,vuelvo a estar envuelto en vegetación,mas que nunca en mi viaje.
Aterrizo en la capital indonesa donde comenzaría mi etapa por el sureste asiático.
Aquí,el ochenta por ciento de la población es musulmana,pero veo que llevan su religión de una manera mas relajada,nada que ver con lo vivido en países anteriores ,donde lo llevaban a cabo de modo radical.
Por donde vaya ,todo son sonrisas y el saludo que me persigue a todas horas y por todos sitios desde mi llegada,¡Halo mister !
No existen grandes carreteras,normalmente son vías menores y el transporte rey aquí es la motocicleta o scooter.
Los prados de cultivo de arroz me rodean por donde quiera que pedalee,ya que se usa para cualquier comida del día.Supongo que al no existir el pan convencional,lo sustituyen por tal.
La gente es muy abierta y se ofrecen mucho a ayudarte.Son muchas las veces que sin pedirlo,me dicen makan,que significa comer en su idioma,y claro,la respuesta siempre es evidente.
La comida es rica,todo siempre intenta tener una base picante.Yo soy vegetariano,por lo que me las ingenio bien para mezclar el arroz con tipos de verduras que difícil encuentro donde vivo.
Mi camino es de lo mas variado,encuentro desde aldeas en mitad de la nada,inmensas playas dignas de catálogo de viajes,hasta atravesar la jungla por una estrecha carretera que me permite oír el sonido de cientos de especies de insectos y animales a la misma vez,incluso observar la mirada curiosa de los monos saltando de rama en rama.
El bambú es algo que usan para absolutamente todo,desde herramienta de trabajo hasta para tender la ropa.La presencia de esta planta hace el paisaje aún más exótico.
He llegado en época de monzón y aunque esté teniendo suerte con el clima,a excepción de la calor y algo de humedad,más de un chaparrón si que ha caído,dejando más de una casa con necesidad de barca para llegar a la puerta.
Pienso que si hiciese una estadística,el cincuenta por ciento de las casas disponen de una habitación exterior que usan a modo de tienda de comestibles.Todas contienen lo mismo,paquetes de pasta instantánea,patatas fritas artesanas con un ligero sabor a pescado,sobres de café y galletas varias,sin olvidar los sobres de crema antimosquitos.El tabaco también lo encontraras fácilmente,ya que prácticamente toda Indonesia fuma desde una edad muy temprana.
Respiro un ambiente relajado ,tanto en pueblos grandes como en los mas pequeños.
Las familias por lo general son numerosas.Donde quiera que mires ,encontraras niños jugando.
Un tema del que no estoy sintiéndome orgulloso como amante de los animales,es el trato que aquí reciben varias especies.
Sobre todo las aves.Parece que tienen una cierta obsesión por ellas,entrenando las para apuestas y luego a sus respectivas jaulas.
Respecto a mi obligado descanso,decir que donde pretenda colocar mi tienda,la intimidad siempre estará lejos de mi y los curiosos muy cerca.Lo normal es pedir un hueco en terrenos de aldea,aunque suponga estar rodeado hasta que mi cansancio no pueda mas y pida que necesito descansar.
Dejando atrás la isla de Java,ahora en Sumatra,la bordeo por su cara Oeste ,donde disfruto de un camino de inmensos árboles y palmeras ,incluyendo la preciosa costa a mi izquierda..
Indonesia,disfruta de la fruta.

sábado, 11 de octubre de 2014

Emiratos Arabes y Omán

Tres días pasamos en Bandar Abbas,la ciudad más al sur de Irán con la mayor calor y humedad que jamas haya vivido.
Nuestro barco hacia Emiratos tenía una duración de doce horas cruzando el golfo pérsico.
Llegamos por la mañana por tratarse de un trayecto nocturno.En la frontera ,un simple sello en el pasaporte por duración de un mes.
El cambio de escenarios era completamente distinto a lo que dejamos atrás. Rascacielos y una atmósfera en la que podías respirar el desahogo económico del que disponían .
Los habitantes mantenían mas la distancia,es decir,menos abiertos que los iraníes.
Para dirigirnos a Oman,tuvimos que pasar por la impactante Dubai.Este tipo de lugares no son de mi gusto pero debo reconocer que impresiona a la vista.Una ciudad que lucha por un estatus y un circulo que promueve el hecho de quien dispone del piso o coche más lujoso.
Fue en una agencia de Dubai Marina donde compramos el billete para volar a Indonesia desde Muscat.
La idea de coger un vuelo no estaba en mis planes iniciales,pero la ausencia de barcos desde esta zona,no me da otra opción .
Tres o cuatros días fueron suficientes para querer salir de este lugar,tanto lujo y superficialidad comenzaba a ponerme nervioso.
La carretera hacia Oman era desértica,donde las llanuras de tierra y roca pasaban a ser dunas de arena.Comenzamos a ver las primeras señales de advertencias de camellos.Estos animales,verdaderos supervivientes de las extremas temperaturas,siempre nos observaban de manera curiosa sin quitarnos ojos de encima.Parece que les gusta los ciclistas.
Una estancia de una semana y poco antes de entrar en nuestro próximo país,Oman.
Para éste, al igual que emiratos no necesitamos de visado,pero si pagar una tasa de cuarenta euros por una estancia de un mes.
Varios condicionantes hicieron que nuestros planes cambiaran.La idea de pedalear de norte a sur a la espera de nuestro vuelo hizo que cambiara tras el accidente de mi compañero Tom.
La impaciencia y el poco respeto por parte de los conductores,provocó la colisión de uno de ellos contra mi amigo y sumando su huida,escapando de responsabilidades.
Por suerte ,nada le pasó a él, pero la bicicleta quedó dañada.Una pareja lo llevo en coche a la siguiente ciudad para encontrar lo que aqui es casi misión imposible,una tienda de bicicletas.
Pudimos hacer un apaño,pero por poco tiempo.
Esta circunstancia hizo que no pudiéramos pedalear tanto que quisiéramos ,así que decidimos dirigirnos lentamente hacia la capital y allí esperar el vuelo.
Oman no resultó ser paisajísticamente lo que me esperaba,ha resultado ser bastante monótono,al menos la cara norte.
Es un país de pocos habitantes,de los cuales ,al meno dos tercios son migrantes de India,Bangladesh o Pakistan.
El gusto por los coches es algo sorprendente.Siempre están atentos para tenerlos limpios .Algo curioso es que plastifican todos los asientos,a veces las puertas.Quizás sea por limpieza o simplemente por la sensación de alargar el hecho de tener coche nuevo.
Pequeños pueblos alejados unos de otros ,los cuales están inundados de los negocios clave,como son la barbería,la lavandería y las tienda de repuestos de coches.
A parte de eso,no pude observar nada interesante a nivel cultural o de ocio,posiblemente sea la causa de que se desvivan tanto por el mundo automovilístico.Añadir que aquel que tenga sucio el coche,puede ser sancionado con multa por parte de la policía.
Más que el camino de Santiago,hacíamos el camino de Alá, ya que parábamos siempre en las mezquitas para huir del calor a medio día y para dormir por las noches,aliviandonos con agua fría .
La rueda de Tom volvió a romper,por lo que no tuvimos mas remedio que hacer autostop a un viejo camión para que nos ahorrase  los sesenta kilómetros hasta la capital.
Una vez allí,no tuvimos suerte de encontrar repuesto ,así que la idea de viajar al sur finalizó.
Teníamos que permanecer en la ciudad hasta el día de nuestro vuelo a Yakarta.
Un chico me aconsejó acerca de una mezquita,en la que dos señores que salían de ella,nos preguntaban si necesitábamos algo.
Tras contarle nuestra historia,no dudaron en ayudarnos y ofrecernos una habitación perteneciente a una gran sala de celebraciones,donde podíamos descansar con aire acondicionado.Un reposo que necesitábamos desde la mitad sur de Irán ,donde el calor fuerte nos azotaba sin piedad.
Fueron varios días los que estuvimos en una zona de la ciudad buscando caja para embalar la bicicleta para el aeropuerto y pensando que llevar y que dejar,ya que el peso limitado por parte de la compañía aérea nos dejaba con la única opción de portar lo básico.
Es curioso cuando realmente necesitas algo y lo proyectas con fuerzas,acaba surgiendo eso que pides.Varias semanas sin una ducha decente,sin dormir más de tres horas seguidas debido al calor de la noche a la interperie y de repente encontrarte teniendo que usar mi saco de dormir ,abrigandome del rico frío que nos regala esa maquinita del techo.
De nuevo dar las gracias a todas aquellas personas que surgen de la nada para hacer mas enriquecedor mi viaje .

Irán

La entrada a la frontera de Irán ,resultó ser bastante sencilla y cordial,nada que ver con muchas de las ya experimentadas en este viaje.
Varias normas y reglas ligadas a costumbres y culturas nos hizo de estar atentos para no faltar el respeto involuntariamente.
Un ejemplo para nosotros los chicos es la de llevar pantalón largo y camiseta normal,no de tirantes.En el caso de las chicas es algo más radical,ya que deben portar en la cabeza el famoso fular o pañuelo y vestir sin falda,es decir,enseñar lo menos posible.
No es fácil viajar sin ningún tipo de expectativa respecto al país nuevo a conocer.En este caso,Irán tiene dos influencias.La primera y de la que tomé referencias para querer recorrerlo,es la de otros viajeros,ya que todos coinciden en la extrema hospitalidad que los caracteriza.La segunda es la desinformada versión de los medios de comunicación y de muchas personas que definen a este país como la boca del lobo.
Cuando existen tan dispares versiones,lo mejor que puedes hacer es comprobarlo con tus propios ojos y valorar tu mísmo.
Mi experiencia me ha hecho calificar a los iraníes como una de las personas más acogedoras que he podido conocer en mis viajes,tanto este como los pasados.
Allá donde fuesemos(hablo en plural porque seguía con la gran compañia de mi amigo Tom),teniamos un aviso de alguien queriendo pasar con nosotros un rato.Una invitación a un té negro o por qué no,algo de comida local.
En Irán,los habitantes tienen serias dificultades de poder salir para viajar,ya que deben reunir más requisitos de los que la mayoría pudieran permitirse.Este aspecto provoca que cualquier turista,viajero o como queramos llamarlo,sea por un momento su famoso invitado.Sentirse orgulloso de poder ayudar y de paso conocer más cosas del mundo que hay afuera,haciendo caso omiso a la televisión que tanto manipula información para que existan menos protestas.
Siempre evito entablar polémica referente a charlas sobre religión o política,pero son ellos los primeros en promulgar su desencanto por el régimen que los controla.
Nuestro paso del norte iba rumbo a Teheran,la capital donde debíamos preparar todas las visas para Asia central.
A continuación de mi gusto por los pequeños pueblos que de sonrisas recibiamos,a la capital donde el aire era prácticamente imposible de respirar.La polución ,la extrema cantidad e tráfico y la peor circulación por parte de los conductores que jamas haya visto.No se trata de saltarse toda norma existente,sino de que para ellos,los peatones son invisibles.
Encontramos un hostal básicamente económico y al día siguiente poner a tramitar las visas.
Dichos visados requerían de muchos días de espera y alguno de ellos incluso invitación por parte de nuestro consulado.
Al encontrarnos a mediados de septiembre,eso provocaba tener que recorrer hasta Tajikistan con muchísima rapidez para evitar el frío fuerte en los Pamires a más de cuatro mil metros de altitud.
Tom no podía arreglar visa china ya que en esa ciudad no tenia consulado lituano.
Tras una tarde de reflexión,decidimos ir dirección sur para saltar a Emiratos Arabes y Oman.
Las mezquitas fueron nuestras aliadas,ya que las usabamos para hacer acampada al raso.Pedir permiso al Iman(cura musulmán) y que nos deje la parte trasera o delantera para poner nuestras esterillas,disfrutando de sus baños y agua potable fría.
En la religión musulmana,existen las llamadas al rezo,cinco en total al día,llevadas a cabo con mucha disciplina.
Algo que me llamó la curiosidad,es que las familias suelen reunirse al completo o casi,para disfrutar de picnics en parques públicos o campo.Este tipo de encuentros al parecer cada vez va a menos,según nos cuentan.
Los días festivos son los viernes.Ese día el mundo se para.
A medida que bajábamos al sur,las distancias entre los pueblos llegaban a ser de entre cincuenta a cien kilómetros,por los que abastecerse de agua era esencial,más aún por la escasez en el camino.
Las carreteras no invitaban al ciclista a disfrutar de sus desérticos paisajes,sino más bien de pedalear tensos a la espera de cómo de cerca nos pasaría el siguiente camión.En ciertas ocasiones y en contra de mi voluntad,no tuvimos más remedio que ser remolcados en alguna camioneta para evitar lo que sería un riesgo para nuestra integridad física.
Irán al igual que el resto del mundo,sufre las consecuencias del calentamiento global.Especialmente cuando una región es cálida y árida de por sí,agrava más la situación.A pesar de ello,como explico en otro post,la lamentación va serguida de una de las mayores tasas de coches al uso.El precio de la gasolina es muy bajo,lo que provoca hacer uso de él incluso para desplazarte a la esquina de al lado.
Económicamente hablando en un país barato,eso hizo que la mayoría de las veces comiéramos en pequeños locales para evitar cocinar con el calor de la calle.
Irán,un lugar en el que me he sentido seguro,arropado por su gente y en el que a mi pesar,no es el que tenga grandes paisajes que contemplar,me ha dado lecciones de hospitalidad en su máxima expresión.